Demostrando la manera de tu escape
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(105) Mías son la paz y la dicha de Dios.
Hoy aceptaré la paz y la dicha de Dios en grato intercambio por todos los substitutos de la felicidad y de la paz que yo mismo intenté.
(106) Déjame aquietarme y escuchar la verdad.
Permite que mi débil voz se acalle, para poder oír así la poderosa Voz de la Verdad Misma asegurarme que yo soy el perfecto Hijo de Dios.
A la hora en punto:
Qué ridículo que la alternativa al envejecimiento y la enfermedad sea la aniquilación y la muerte. ¿Alguna vez se te ha ocurrido que la única forma de escapar finalmente de la enfermedad es enfermarte completamente?
¿Acaso elegir la muer te para escapar de la enfermedad y el dolor auto-infligidos aún te parece algo razonable? ¿O es que no crees que simplemente te lo haces a ti mismo?
Durante la revolución de la consciencia que está ocurriendo en ti, la idea entera de la muerte o la aniquilación se volverá completamente absurda.